El juego

➺ La importancia del juego en el desarrollo infantil.

Desde que somos bebés empezamos a jugar y lo hacemos espontáneamente, ya que es una necesidad que tenemos desde pequeñ@s para poder comprender todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Por eso el juego se trata de una actividad infantil innata e imprescindible para el desarrollo integral de las potencialidades de cada niñ@. El jugar es una necesidad biológica y fisiológica y gracias a ello se conocen a si mismo y ensaya formas de relacionarse con el entorno y las personas que le rodean.

También el juego es un vehículo de expresión de emociones y sentimientos que contribuye a la configuración de la conciencia social y facilita la adaptación al ambiente.

Por lo tanto, el juego es una de las herramientas de aprendizaje más poderosas, que  utilizan forma natural, de manera inconsciente, sin esfuerzo, divirtiéndose y disfrutando en la construcción de sus aprendizajes.

Está claro que el juego da muchas posibilidades educativas y, aunque el niñ@ no juega para aprender, acabará por aprender jugando porque, sin duda, los juegos son aprendizaje y nuevas experiencias.

Los beneficios del juego son indiscutibles:

- Participar en los juegos de l@s niñ@s desde que son pequeñit@s es hacer que se sientan muy queridos, lo que hace que se sientan seguros y con una autoestima alta.

- A través del juego l@s niñ@s exteriorizan su personalidad.

- Cuando saltan o corren están desarrollando sus capacidades motoras.

- Si juegan en grupo adquieren habilidades sociales, aprenden a cooperar y a saber respetar a los otros y, además, a través de los juegos perfeccionan el lenguaje y aumentan su desarrollo intelectual.

- También aprenden a memorizar y, lo que es más importante, a razonar pues se crean situaciones en las que l@s niñ@s tendrán que buscar soluciones.

Como ya he comentado anteriormente, el juego es muy importante para el desarrollo del niñ@ y es por eso, que a medida que el niñ@ va creciendo requiere unos estímulos diferentes, además, su propio avance le obliga a modificar sus rutinas de juego en virtud de sus nuevas habilidades e intereses.

Esta evolución en el juego se dirige a la búsqueda de perfección en cada actividad que se inicia, por ello, adaptan su juego a su etapa de crecimiento, y lo hace de manera automática, pero es nuestra responsabilidad poder facilitar las herramientas de su aprendizaje.

 Es importante observar a qué juega y cómo lo hace, para reconocer el nivel que ha alcanzado en su desarrollo, este es el principal indicativo de madurez y evolución de la personalidad. La manera de jugar surge espontáneamente por esto mismo no hay una edad particular para comenzar a jugar porque es característico de la etapa de desarrollo en la que se encuentra el pequeño, por eso, podemos observar cómo cambia de intereses en períodos relativamente cortos.